El español es una lengua global, hablada por más de 500 millones de personas en más de 20 países. Pero aunque compartimos el mismo idioma, las diferencias entre los países hispanohablantes son sorprendentes, y uno de los casos más fascinantes es el de Guinea Ecuatorial, un pequeño país de África Central donde el español es lengua oficial… y suena muy distinto al de España.

Guinea Ecuatorial, un país africano de habla hispana

Guinea Ecuatorial es el único país de África donde el español es lengua oficial desde tiempos coloniales. Además, se hablan el francés, el portugués y varias lenguas indígenas como el fang o el bubi. Esta mezcla cultural ha dado lugar a una versión del español con características únicas, llena de expresiones y vocabulario propios que sorprenden tanto a hispanohablantes de España como de América Latina.

¿Por qué se habla español en Guinea Ecuatorial?

Guinea Ecuatorial fue colonia española durante casi dos siglos. España comenzó su presencia en la región a finales del siglo XVIII, y fue en 1778 cuando recibió oficialmente el territorio de manos de Portugal a través del Tratado de El Pardo. La colonización se centró sobre todo en la isla de Bioko (donde está la capital, Malabo) y la parte continental, conocida como Río Muni.

Durante ese tiempo, el español se consolidó como idioma administrativo, educativo y social, especialmente en las ciudades. Guinea obtuvo su independencia en 1968, pero el español se mantuvo como idioma oficial, y hasta hoy es la lengua en la que se imparten clases, se hacen trámites y se consume la mayoría de medios de comunicación.

Palabras y expresiones únicas de Guinea Ecuatorial

En un reciente video viral de la app Babbel, con más de 300.000 reproducciones, se comparan algunas palabras comunes en España con sus equivalentes en Guinea Ecuatorial. El resultado es tan divertido como curioso:

  • Lo que en España se dice «provocar el apetito», en Guinea es simplemente «hacer boca».
  • Una «patada» es un «puntapié».
  • En lugar de «caminar», allí se dice «apear».
  • Para preguntar tu nombre, no dicen «¿Cómo te llamas?», sino «¿Cuál es tu gracia?».
  • Pero eso no es todo. Hay muchas expresiones coloquiales que llaman aún más la atención:
  • Un beso con lengua se dice «tira lengua».
  • En lugar de «tirarse un pedo», se dice «bufar».
  • Un cuba libre (ron con cola) es un «chato».
  • Las extensiones de cabello se llaman, curiosamente, «aguacate».
  • Preguntar «¿Dónde estás?» se convierte en una exclamación: «¡Altura!»
  • Si alguien es atractivo, se dice que es «comible».

Modismos y giros gramaticales propios

El español de Guinea Ecuatorial también tiene formas muy particulares de hablar sobre el idioma mismo:

  • «Castizar» es hablar correctamente en castellano.
  • «Disparar» es hacerlo mal.
  • Un error gramatical no es un fallo… es un «disparate».
  • Salir de fiesta es «hacer ambiente».
  • Una persona grosera no es maleducada… es «salvaje».
  • Un trabajo temporal se llama «estajo», y un vigilante es un «guachimán».

Una riqueza cultural que enriquece el idioma

Estas expresiones no solo reflejan una manera distinta de hablar, sino también una riqueza cultural y lingüística que merece ser conocida y valorada. El español de Guinea Ecuatorial es prueba de cómo un mismo idioma puede adaptarse, transformarse y enriquecerse al cruzar continentes, absorber otras lenguas y reflejar nuevas realidades.

Conocer estas particularidades es una forma divertida y educativa de entender la diversidad del español. Si eres amante de los idiomas o simplemente curioso por descubrir cómo se habla en otras partes del mundo, Guinea Ecuatorial te sorprenderá.