El actor Mel Gibson quedó atónito durante un recorrido por los vecindarios devastados por los incendios en Los Ángeles cuando un bombero reveló un asunto impactante: las bocas de incendios no tenían agua en momentos críticos de la crisis.

El bombero, que acompañó a Gibson y a Brian Entin de NewsNation en el recorrido, explicó que aunque al principio los equipos tenían agua, el suministro se agotó rápidamente. «No es raro que perdamos agua durante la lucha contra el fuego», compartió el bombero, «pero perderla tan temprano fue sorprendente».

Gibson expresó incredulidad, preguntando si los equipos de bomberos sabían de los problemas en los reservorios de agua con antelación. El bombero respondió que ninguno de ellos estaba al tanto, dejándolos desprevenidos. «Esa es la parte loca», comentó Gibson.

Un recorrido por la devastación

El recorrido también incluyó una visita a la propiedad de Gibson en Malibu, que había sido reducida a cenizas. Su mansión de 14.5 millones de dólares, llena de objetos personales irremplazables, fue completamente destruida.

Reflexionando sobre la pérdida, Gibson recordó regresar a «nada» después del incendio forestal. En ese momento, se encontraba en Texas grabando un pódcast con Joe Rogan, consciente de que su vecindario estaba ardiendo. «Me sentía un poco incómodo mientras hablábamos porque sabía que mi vecindario estaba en llamas», compartió. Al regresar, intentó mantener el sentido del humor, bromeando: «Bueno, al menos ya no tengo esos molestos problemas de fontanería.»

Sin embargo, el actor admitió que la devastación fue profundamente emocional, lamentando la pérdida de artículos que nunca podría recuperar.

Preguntas sobre la preparación y la gestión

Gibson también expresó su preocupación sobre la preparación del estado y las circunstancias que rodearon los incendios. Especuló durante una entrevista con Laura Ingraham de Fox News que la falta de agua y las condiciones ideales para los incendios parecían «un poco demasiado convenientes.»

«Puedo inventar todo tipo de teorías horribles en mi cabeza», dijo Gibson, «pero simplemente parecía un poco conveniente que no hubiera agua y que las condiciones del viento fueran las adecuadas. Te hace preguntarte si fue a propósito. ¿Qué podrían querer? ¿Un estado vacío?»

El bombero que acompañaba a Gibson señaló que finalmente llegaron recursos para apoyar la lucha contra el fuego, pero el retraso generó preguntas sobre el liderazgo y la planificación.

El costo humano

Los incendios en Los Ángeles han dejado un impacto devastador, con al menos 25 vidas perdidas y más de 180,000 personas obligadas a evacuar. Gibson expresó su frustración con los líderes de California, acusándolos de no estar preparados para desastres de este tipo. «Algunas personas estaban dormidas en el trabajo», dijo. «Y eso es algo con lo que la comunidad tiene que vivir.»

Mientras California sigue lidiando con los incendios forestales recurrentes, la experiencia de Gibson subraya la importancia de abordar los problemas de suministro de agua y mejorar la gestión de desastres para prevenir futuras tragedias.

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