Destinos perfectos para unas vacaciones en otoño


¿Necesitas ideas para un viaje, unas vacaciones o una escapada en otoño?

Aprovecha los meses de septiembre, octubre y noviembre para irte unos días, ahora que es temporada baja y las hordas de turistas ya han vuelto a casa. Nada mejor que una escapada o un viaje en otoño, por breve que sea, para desconectar y recargar las pilas…

Si necesitas inspiración viajera y todavía no sabes a dónde irte en los meses de otoño, te recomendamos unos cuantos destinos.

Échales un vistazo, elige el tuyo y vete de vacaciones en otoño.

Rumanía

Rumanía sigue estando oculta en los itinerarios turísticos, es la gran desconocida de la Unión Europea, lo cual, en algun sentido, es una de las principales ventajas.

Nos encontramos aún en un país que no ha sido muy modificado por el turismo más allá de su castillo de Drácula, pero con unas infraestructuras que han mejorado mucho en los últimos tiempos.

Los precios siguen siendo realmente bajos en cuanto al transporte, la comida o al alojamiento y el país ofrece muchas cosas que ver y hacer – atravesar los montes Cárpatos, conocer su variedad de paisajes y culturas, castillos, monasterios y pueblos medievales.


Y también disfrutar de la animada vida nocturna y su gastronomía.

En otoño Rumanía se tiñe de ocres y rojizos… ¡No te la pierdas!


Colmar, Alsacia, Francia

La ciudad de Colmar, rodeada por un horizonte dibujado de hileras de viñedos, es perfecta en otoño porque te permite disfrutar de sus tradiciones y gastronomía al abrigo de evocativas maisons renacentistas y góticas.

A pesar del fresquito querrás perderte por las estrechas calles del centro histórico repleto de casas típicas alemanas pintadas de colores y vigas de madera a la vista, que le confieren una apariencia de “aldea de cuento”.

Dos planes ineludibles son el paseo en barco por la “Pequeña Venecia”, con sus casas alsacianas alineadas a lo largo de los canales y un paseo nocturno especialmente sugerente y bucólico cuando las calles y fachadas se iluminan con luces de colores.

Y si el frío aprieta, lo mejor es buscar calor en alguno de sus bares para degustar las especialidades vinícolas de la región.

Emilia Romaña, Italia

Para unas vacaciones en Italia en otoño es mejor viajar a la zona de Emilia Romaña, ya que es muy buena época porque la gran avalancha de turistas ya se ha marchado y la región cuenta con numerosos lugares declarados Patrimonio de la Humanidad.

Emilia Romaña también es lugar de pequeños pueblos con encanto, mar y montaña y una gastronomía para chuparse los dedos.

Además, si no sois muy frioleros, incluso hasta podéis pegaros un bañito en las costas del Mar Adriático. ¡Seguro que queréis repetir!

Parques Naturales, Estados Unidos

Para muchos, el otoño es una estación favorita del año y por esa razón sin duda alguna una de las mejores opciones para esa temporada es visitar los Parques Nacionales de Estados Unidos.

Lugares como Vermont, Colorado, Portland, los bosques de sequoias bajo un manto anaranjado…

En serio, ¡no podéis perdéroslos!

La Garrotxa, Cataluña

Nuestra recomendación para viajar en otoño es una comarca de Girona, La Garrotxa.

En esta zona hay paisajes muy bonitos como los que encontramos en la Vall d’en Bas, la zona volcánica, el acantilado basáltico de Castellfollit de la Roca o el bonito pueblo medieval de Besalú.

Pero lo que hace que para nosotros sea un destino de otoño es La Fageda d’en Jordà. En otoño pasear por este hayedo con sus tonos de amarillos, naranjas y marrones es espectacular.

Londres, Reino Unido

Hay ciudades a las que siempre hay más de una excusa para volver, una de ellas es Londres. La capital de Reino unido se muestra exuberante en cualquier época del año, pero especialmente en otoño sus parques lucen de una manera casi mágica.

Los pulmones verdes de la gran metrópolis británica se tiñen de color sepia con un grueso manto de hojas secas que le confieren de un ambiente totalmente otoñal.

Pasear por Hyde Park o por el bello jardín japonés de Holland Park son dos imprescindibles que no debemos dejar escapar en una visita a Londres en otoño.

Finlandia

En esa época del año, Laponia se viste de colores marrones, amarillos, naranjas e, incluso, rojizos.

La temperatura aún es agradable para pasar horas al aire libre disfrutando de sus centenares de lagos y, además, es uno de los momentos del año donde hay más probabilidades de ver auroras boreales.

Nueva York

Hay ciudades que en otoño cambian y se transforman, sobre todo si su corazón alberga tanta vida como un parque como Central Park. Rojos y naranjas transforman este bosque convertido en parque. Un verdadero espectáculo.

Toscana

Siempre es buen momento para visitar la bella Toscana.

Pero en el otoño los paisajes de los pueblos medievales y sus villas en lo alto de las colinas formadas por viñedos y adornadas con cipreses adquieren tonalidades ocres que van cambiando caprichosamente conforme lo hace la luz del sol siendo un espectáculo para la vista.

Si podemos alquilar un coche y recorrerla a nuestro aire, con tranquilidad, disfrutaremos de una escapada relajada y muy placentera.

Milán

En cualquier caso, esta ciudad del norte de Italia no tiene nada que ver con los destinos más que conocidos como Roma o La Toscana, pero tiene un atractivo diferente.

Si te animas, no dejes de visitar el Duomo, la Galleria Vittorio Emanuele II, el Cementerio Municipal y la zona de Porta Génova.

Valle de Ordesa, Aragón, España

El valle de Ordesa, en el corazón del Pirineo Oscense es uno de los destinos más bonitos de todo el territorio español para viajar en otoño.

La mezcla de colores naranjas, rojizos y marrones de las hojas de los árboles crean un entorno natural espectacular en el que perderse resulta una gozada.

Pequeños pueblos llenos de encanto, como Torla, Broto o Fanlo, una temperatura todavía agradable y un entorno natural único.

¿Qué más se puede pedir?

Japón

Los arces se visten de rojo brillante y combinan con los ocres y dorados del resto de árboles convirtiendo el paisaje en un espectáculo visual. Esto unido a la delicada arquitectura de los templos y santuarios produce una gran sensación de armonía y belleza, que otros entornos no pueden igualar.


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