Un hito histórico en la conservación ambiental y la preservación cultural está teniendo lugar en Nueva Zelanda, ya que el Monte Taranaki y sus picos circundantes obtendrán la personería jurídica bajo el Proyecto de Ley de Compensación Colectiva Taranaki Maunga, que entrará en vigor el 30 de enero de 2025.

Esta nueva legislación reconocerá oficialmente los picos, conocidos colectivamente como Te Kāhui Tupua, como montañas ancestrales, otorgándoles los mismos derechos legales que a un ser humano. Esto significa que dañar o maltratar la montaña tendrá la misma repercusión legal que dañar una tribu maorí.

El Monte Taranaki, un volcán dormido que entró en erupción por última vez en 1775, tiene un enorme valor cultural y espiritual para las tribus locales. También es un destino muy popular para los excursionistas, siendo la montaña más frecuentemente escalada en Nueva Zelanda.

Un paso hacia la reconciliación

La ley representa un avance significativo en la reparación de las injusticias históricas sufridas por el pueblo maorí debido a la confiscación de Taranaki Maunga. La Corona ha emitido una disculpa formal por las violaciones del Tratado de Waitangi, aunque la compensación no incluirá indemnizaciones financieras.

Jamie Tuuta, quien lideró las negociaciones de la nueva ley, describió este acto como «tejer una base para la reconciliación». Enfatizó que la legislación no solo reconoce el significado ancestral de la montaña, sino que también establece un marco para fortalecer las relaciones entre generaciones.

“Esto es más que solo reconocer al monte como nuestro ancestro. Se trata de crear una plataforma de reconciliación que beneficie tanto a nuestras tribus como a las generaciones futuras”, dijo Tuuta.

Gobernanza y supervisión

Una nueva estructura de gobernanza supervisará la gestión de la montaña, fusionando los valores tradicionales maoríes con las prácticas modernas de conservación. Un panel denominado Te Tōpuni Kōkōrangi estará compuesto por cuatro propietarios tradicionales de las tribus locales y cuatro representantes de la Corona, actuando como el «rostro humano y voz» de la montaña.

Este panel guiará todas las decisiones y políticas relacionadas con la montaña y sus alrededores, que serán renombrados como Te Papa-Kura o Taranaki. Todos los nuevos planes de gestión necesitarán la aprobación conjunta del ministro de conservación y un grupo llamado Te Tōpuni Ngārahu, compuesto por representantes de las tribus.

El Departamento de Conservación mantendrá la gestión diaria, pero operará bajo los valores establecidos por el nuevo comité, garantizando que las decisiones estén alineadas con las prioridades culturales, espirituales y ambientales de los maoríes.

Implicaciones más amplias

Este no es el primer caso en Nueva Zelanda de otorgar personería jurídica a una entidad natural. El Río Whanganui recibió un estatus similar en 2017. Estos movimientos destacan el compromiso de Nueva Zelanda de integrar las perspectivas maoríes y la gestión ambiental en su marco legal.

Andrew Little, exministro de Acuerdos del Tratado, quien firmó el acuerdo de compensación en 2023, subrayó la importancia de esta iniciativa. «Los valores culturales, espirituales, ancestrales e históricos de la tierra ahora están consagrados en la ley», afirmó Little.

¿Qué sigue?

Las nominaciones para los puestos del panel de supervisión permanecerán abiertas hasta el 12 de febrero de 2025, mientras que las solicitudes para el consejo de conservación se cerrarán el 31 de enero.

A medida que Nueva Zelanda avanza en este proceso legal y cultural sin precedentes, el reconocimiento del Monte Taranaki como una persona jurídica representa un paso profundo hacia el respeto de los valores indígenas y la preservación del patrimonio natural para las generaciones futuras.