En el pintoresco municipio de Rincón de la Victoria, a tan solo 10 km de Málaga, se encuentra una de las maravillas naturales más raras del mundo: la Cueva del Tesoro, o Cueva del Higuerón. Este impresionante sitio subterráneo es una de las tres únicas cuevas submarinas conocidas en el mundo y el único ejemplo en Europa. Excavada en un promontorio de caliza que se asoma al mar Mediterráneo, esta cueva no solo es una formación geológica inusual, sino también un lugar lleno de historia y leyenda.

Los orígenes de la cueva se remontan al período Jurásico, hace millones de años, cuando las fuerzas naturales moldearon el paisaje. Con el tiempo, los movimientos isostáticos hicieron que el terreno calizo emergiera del mar, preservando la cueva como un testamento de las dinámicas fuerzas de la naturaleza. Este fenómeno también contribuyó a la creación de los acantilados y plataformas cercanas, como El Cantal y Comares, que son restos de formaciones geológicas ancestrales.

Tan impresionante como su geología, la fama de la Cueva del Tesoro también radica en su rica tradición folklórica. Según la leyenda, la cueva alberga los tesoros de cinco reyes de la dinastía almorávide. La historia cuenta que el último rey almorávide, Tesufín ibn Ali, encontró la muerte en 1145 a manos de los almohades, mientras viajaba hacia Al-Ándalus con el tesoro real.

La ubicación de este tesoro se ha perdido con el tiempo, pero la leyenda ha perdurado. En el siglo XVII, Fray Agustín de Milla y Suazo, un historiador de Orán, documentó la historia en su manuscrito Historia Eclesiástica y Secular de Málaga y su Obispado. Se decía que el tesoro estaba oculto en las profundidades de la cueva.

La leyenda fue ampliada posteriormente por Cristóbal Medina Conde en su obra Conversaciones Malagueñas de 1789, donde reveló que la cueva fue utilizada por el general romano Marco Craso en el 86 a.C. para esconderse de los perseguidores de Mario y Cinna. El valiente grupo que entró en la cueva en busca del tesoro se horrorizó al convencerse de que habían visto la huella de un extraño animal: una gigantesca lagartija, posiblemente un caimán. Hasta el día de hoy, una de las habitaciones laberínticas de la cueva contiene una formación rocosa que algunos dicen que se asemeja a un colosal camaleón, lo que intensifica el misterio.

La leyenda toma otro giro con el descubrimiento de una lámpara de cerámica que contenía seis monedas de oro almorávides, hallada por el profesor Laza Palacio durante excavaciones. Fechadas en el reinado de Ali ibn Yusuf, estas monedas podrían indicar una ocultación deliberada y ritualista del tesoro. Para algunas tribus saharauis, descendientes de los almorávides, el número seis tiene un gran significado místico y supersticioso, añadiendo una capa inquietante a la historia del tesoro escondido.

El capítulo más trágico de la leyenda corresponde a Antonio de la Nari, un aventurero suizo que dedicó casi tres décadas de su vida a buscar el perdido tesoro real. Armado con dinamita, intentó encontrar el tesoro volando los pasadizos rocosos de la cueva. Su búsqueda terminó en desastre en 1847, cuando murió en uno de sus accidentes explosivos.

Además de su rica tradición folklórica, la Cueva del Tesoro ha sido un sitio protegido desde 1985, cuando fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC). Hoy en día, los visitantes pueden explorar la cueva y sus impresionantes formaciones rocosas, y tal vez vislumbrar el misterioso pasado que ha cautivado a aventureros durante siglos.

Un viaje a la Cueva del Tesoro es mucho más que una visita a una maravilla natural, es una inmersión en la historia, las leyendas y la irresistible atracción de los tesoros escondidos bajo la superficie. Ya sea por las maravillas geológicas de la cueva o sus fascinantes relatos, este extraordinario lugar promete despertar la imaginación de todos los que lo visiten.

¿Cómo visitar la Cueva del Tesoro?

Visitar la Cueva del Tesoro es una experiencia fascinante tanto para los amantes de la naturaleza como para los interesados en la historia y las leyendas que rodean este lugar único. Para ello, es importante tener en cuenta los horarios de apertura, que varían según la temporada:

  • De octubre a abril: El horario es de 10:00 a 13:00 y de 15:00 a 17:00 horas.
  • De mayo a septiembre: La cueva está abierta de 10:30 a 13:00 y de 16:30 a 19:00 horas.

En cuanto al precio de la entrada, el costo general es de 4,65 euros para personas entre 15 y 64 años. Sin embargo, existen tarifas reducidas para jubilados, personas de la tercera edad, jóvenes, estudiantes y niños, quienes pagarán solo 2,75 euros. Los niños menores de 3 años pueden acceder de forma gratuita. Además, la cueva ofrece entrada gratuita durante la primera hora de apertura de lunes a viernes, permitiendo disfrutar de este lugar sin costo si se llega temprano.

La cueva tiene aproximadamente 2,5 kilómetros de largo, lo que la convierte en un fascinante laberinto de galerías y salas. Entre las más conocidas se encuentran la Sala de la Virgen y la Sala del Volcán, donde los visitantes pueden observar impresionantes formaciones geológicas, como estalactitas y estalagmitas, así como restos prehistóricos. El recorrido, en el que puedes tomarte tu tiempo para explorar y disfrutar de cada rincón, dura aproximadamente una hora, aunque depende del ritmo de cada visitante.

Si eres apasionado de los misterios de la naturaleza y la historia, una visita a la Cueva del Tesoro es una experiencia que no te puedes perder. ¡Prepárate para sumergirte en un mundo subterráneo lleno de maravillas geológicas y fascinantes leyendas!