DJI, el principal fabricante mundial, incluso ha paralizado sus ventas para ambos bandos
Cuando uno piensa en una guerra y en drones, piensa en sofisticadas aeronaves tripuladas por soldados.
Esto está siendo una realidad en la guerra que enfrenta a Ucrania con Rusia. Pero Ucrania también está llena de drones de consumo, no preparados para escenarios bélicos, que están sirviendo para múltiples propósitos a ambos bandos.
Tanto es así que la principal empresa productora de drones de consumo, DJI, ha prohibido sus ventas a los dos países.
El argumento es que la empresa se opone a su uso militar. En un comunicado aseguran que no permite las modificaciones de sus productos para portar armas. Tampoco cubrirá reparaciones en su servicio técnico de drones usados en conflictos.
El cielo de Ucrania está lleno de drones
Pero lo cierto es que el cielo de Ucrania está lleno de esta clase de aparatos.
Los militares pueden con ellos localizar objetivos o buscar a sus propios soldados. Los civiles pueden usarlos para documentar la guerra, informarse sobre los movimientos de tropas cercanas y todo lo que permita la imaginación y esta clase de aparatos.
No olvidemos que muchos drones de consumo suelen ser muy ligeros, con escasa autonomía y además son susceptibles de ser fácilmente interceptados con sistemas que impiden su vuelo. Incluso es posible localizar a quién opera el dron.
De hecho, la decisión de DJI de retirar la venta de sus drones de estos dos países se debe a que Rusia ha estado usando un equipo de esta empresa china que permite localizar a los operadores de drones.
DJI Aeroscope es un sistema que inicialmente fue desarrollado para mantener la seguridad de infraestructuras, como aeropuertos, pero que en plena guerra puede ser usado como un arma de doble filo.
Al parecer Rusia estaría usando una versión de Aeroscope adquirida en Siria, un país dónde también se han usado drones civiles en conflicto, para impedir su uso por el ejército de Ucrania y por civiles de ese país.
Un negocio para las empresas de drones
Pero DJI está lejos de ser el único fabricante de drones civiles. De hecho, Ucrania ha recibido donaciones de otros modelos. Como el Evo II Pro, que cuenta con una poderosa cámara capaz de grabar imágenes con calidad incluso de noche.
Estos drones pueden ser cruciales para captar imágenes de los crímenes de guerra que se pueden estar produciendo en el conflicto.
Esto es posible gracias al sensor de imagen de Sony con una pulgada de tamaño, que permite captar imágenes con hasta 12.800 ISO. Una sensibilidad a la luz suficiente incluso para captar imágenes de noche.
Además, este dron permite captar vídeos y fotos con una resolución 6K. Más que suficiente para lograr un nivel de detalle importante incluso desde una altura de varios kilómetros. Lo que lo hace ideal para no ser detectado con facilidad.
Pues incluso si lo tenemos sobre nuestras cabezas no seríamos capaces de verlo.
Al parecer, las tropas rusas, como puede observarse en este vídeo, también han recibido drones cedidos por civiles rusos.
En las imágenes se puede observar drones de DJI. Como no está claro que Ucrania disponga de un sistema de detección similar al que usa Rusia, estos drones si pueden ser operados por las tropas rusas.
La cobertura informativa de la guerra
Pero no solo los militares y los civiles rusos y ucranianos están usando drones. También los periodistas desplazados al conflicto los usan con frecuencia. Las redes están llenas de grabaciones de este tipo. Pero existe cierto riesgo de que sean identificados.
No ya solo por alguna clase de tecnología, si no porque muchos de estos drones no permiten volar a gran distancia del operador.
Por lo que en el caso de ser avistado un drone de este tipo se puede peinar la zona buscando a quién lo pilota. También hay que tener en cuenta que muchos drones, en el caso de ser abatidos, el operador pierde las imágenes o solo podría tener algunas de baja resolución.
La memoria en la que estas se almacenan normalmente está en el propio drone.
Esto tiene importancia, pues en el caso de que el drone sea abatido y su memoria no sufra daños, las imágenes contenidas en él podrían dar pistas sobre dónde se está operando el dron y quién lo hace.