Un tal John Kayne, de 29 años, afirma haber conducido desde Iowa durante 14 horas para sumarse al asalto del Capitolio en Washington. Se siente legitimado y asegura a la prensa: “Si Trump ha perdido de verdad yo lo acepto, pero no lo sabemos”. Nadie ha aportado evidencia empírica de fraude electoral, los tribunales de EE UU han rechazado abrumadoramente las denuncias de fraude. Se confirma una vez más que quienes pueden convencernos de tonterías, pueden llevarnos a cometer atrocidades. Se calcula que los convencidos de tonterías son la mitad de los votantes de Trump: más de 35 millones de estadounidenses piensan que hubo fraude electoral, según la encuesta de Ipsos para Reuters. Otras elevan aún más la cifra.
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