
La Semana Santa y su preámbulo -la Cuaresma- forman la temporada alta del dulce frito español: llueven por doquier torrijas, buñuelos y pestiños. Muy injustamente, no cuenta con tanto predicamento otra bomba calórica típica de la Pascua, la leche frita, que tuvo sus días de gloria pero ha ido desapareciendo de casi todos los restaurantes y las casas en las últimas décadas. ¿Merece reivindicación? Nosotros pensamos que sí, porque reune lo mejor de dos mundos -el de la croqueta y el de la torrija- y es absolutamente deliciosa.
Quizá el ocaso de la leche frita, también conocida como «leche vasca», se haya debido en parte a la creencia de que es un postre difícil de preparar. La receta que te traemos hoy, tomada de las enseñanzas del sabio Martín Berasategui, demuestra que no lo es: hasta el más zarpas puede prepararla sin grandes complicaciones. En el vídeo que tienes arriba, terminamos la base que nos enseñó el cocinero donostiarra en su libro Cocina en casa de cuatro maneras diferentes: clásica, croquetera, con copos de maíz triturados y, para los amantes de lo light muy poco light, al horno. Si quieres saber cuál nos gustó más de los cuatro, dale al play.
LECHE FRITA CLÁSICA
Ingredientes
Rebozado
Preparación
LECHE FRITA CROQUETERA
Ingredientes
Preparación
LECHE FRITA ULTRACRUJIENTE
Ingredientes
Preparación
LECHE FRITA AL HORNO
Ingredientes
Preparación
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