En nuestra sociedad, cada vez más, predomina la mente. En nuestro centro de operaciones gestionamos cada día miles de estímulos que nos llegan a través del correo, las aplicaciones de mensajería móvil, las redes sociales, los medios de comunicación, las personas con las que interactuamos. Nuestra mente está sometida a una sobreestimulación constante, lo cual puede derivar en estrés, ansiedad y agotamiento general. El protagonismo de nuestra mente, además, va en detrimento de la actividad del cuerpo, relegado para muchos a un mero envase que contiene los órganos y nos permite movernos —menos de lo que necesitaríamos— de un espacio a otro. Y al sedentarismo propio de la era tecnológica se han sumado los efectos colaterales de las distintas restricciones de la pandemia.
Seguir leyendo
Lee más: elpais.com
Otras noticias
-
-
España RosarioSeguirSalvador SostresOpiniones relacionadasCuando mi padre me castigaba sin salir el fin de semana mi abuela Rosario se instalaba en casa y cocinaba macarrones, caracoles, carne estofada y su genial tortilla de patatas, siempre sin cebolla, porque en mi familia el…
La vulnerabilidad de EspañaLa crisis económica provocada por la propagación de la pandemia dispone de singularidad suficiente frente a otras anteriores. Se han buscado analogías con guerras, catástrofes naturales e incluso con invasiones extraterrestres, como sugirió el pasado domingo Kenneth Rogoff en este…
Un Rey a la altura de EspañaSe cumplen cinco años de reinado de Don Felipe y el balance no puede ser más alentador para la evolución de nuestra democracia, la fortaleza de la nación y la estabilidad de la institución. Nuestra Monarquía constitucional ha sabido soportar…