
La vuelta al cole es uno de los momentos de mayor gasto para los padres. El Observatorio Cetelem Estacional calculó hace unas semanas que los españoles tenían previsto gastarse en torno a 230 euros durante estas primeras semanas. Sin duda, una de los principales partidas es la destinada a la papelería: bolis, rotuladores, marcadores, lápices de colores… Es probable que muchos de ellos sean de la —casi podemos decir legendaria— marca BIC.
Pues bien, quien vaya a adquirir algunos de estos productos se alegrará de saber que una parte de lo que pague al adquirirlos irá a parar a Aldeas Infantiles SOS España. Porque la marca francesa y la ONG han llegado a un acuerdo de colaboración por la que los de los bolis realizarán una aportación de 20.000 euros basada en las ventas de determinados productos.
El objetivo de BIC y Aldeas Infantiles SOS es que familias que están atravesando dificultades puedan hacer ese regreso a las aulas en igualdad de condiciones, a pesar de la brecha digital, que hace esa desigualdad aún más evidente que en cursos anteriores ante las dificultades que ha traído la covid. Pedro Puig, presidente de la ONG: “En estos últimos meses hemos visto incrementar el número de familias que demandan nuestra ayuda para hacer frente a necesidades que hasta ahora tenían cubiertas, como por ejemplo, la adquisición del material escolar. Se sienten solas y desorientadas. Algunas ya habían formado parte de nuestros programas, otras se acercan a nosotros por primera vez. Prevemos, además, que este escenario empeorará y que muchos más niños y familias necesitarán nuestra ayuda en los próximos meses”.
No olvidemos que este curso, con muchas clases online, va a ser especialmente complicado. “Las limitaciones de recursos y capacidades para apoyar el aprendizaje en casa y las dificultades de conciliación están poniendo en peligro el derecho a una educación de calidad de una parte de la infancia en nuestro país y condicionando su futuro. El 8,2% de los menores de 18 años en España viven en hogares que no pueden permitirse tener un ordenador y al menos 100.000 no tiene conexión a internet”.
Pero estas familias no solo deben enfrentarse a las dificultades económicas: “La educación online requiere también de un seguimiento y apoyo en casa que no todas las familias pueden ofrecer, ya sea por falta de tiempo o de capacidades”, Comenta Puig. Por todas estas razones, el presidente de la ONG afirma que “desde Aldeas Infantiles SOS trabajamos para que la desigualdad social no determine el futuro de los niños y de las niñas en situación de vulnerabilidad”. Lo hacen desde cualquiera de los 29 Centros de Día que tienen distribuidos por toda España y en los que se ofrece orientación a los padres para que puedan cuidar mejor de sus hijos a quienes se facilita recursos para favorecer su desarrollo físico, intelectual y emocional. El objetivo es evitar medidas como la separación de un niño de su familia. Un verdadero drama para los críos y sus padres.
Por esta razón, la ONG agradece tanto haberse puesto en el punto de mira de la BIC Corporate Foundation, desde la que se promueve el acceso a la educación a niños y niñas. Pedro Domingos, director general de BIC Iberia, afirma que la empresa francesa tiene el “compromiso de trabajar para que 250 millones de niños y niñas de todo el mundo hasta 2025 tengan acceso a una educación inclusiva y de calidad”. Así se asegura en Writing the future, together, sus compromisos de desarrollo sostenible publicados en 2017.
Este año ha sido Aldeas Infantiles SOS; el año pasado, Cruz Roja Española, con la que impulsaron la campaña “Compra un boli, dona un boli”, gracias a la que la compañía donó alrededor de 40.000 bolígrafos destinados a niños en edad escolar que forman parte de Proyectos de Infancia, Juventud e Intervención Social de la ONG.